INVERTIR hoy en una #instalaciónsolarfotovoltaica para #autoconsumo, en el tejado de una vivienda unifamiliar o en la cubierta de la nave de una pequeña empresa, es claramente rentable. El precio que pagamos por la #electricidad sigue subiendo y el coste de las #instalacionesfotovoltaicas sigue bajando. Pero algunos están empeñados en impedir que tomemos la decisión de realizar la inversión.
Durante aproximadamente 2.000 horas de las 8.760 que tiene un año, una #instalaciónfotovoltaica nos permite producir una parte de la electricidad que necesitamos en nuestros hogares y empresas. También la podemos almacenar en baterías, para utilizarla cuando no hay sol. El resto del tiempo podemos tomarla de la red. Esto es ya normal en muchos países desarrollados. En España, teóricamente también. En la práctica, no.
¿Quién lo impide? En mi opinión, la respuesta es clara. Lo impide el lobby eléctrico formado por las cinco grandes empresas del sector eléctrico español. Con la necesaria complicidad del Partido Popular. En enero de 2012 el Gobierno de Rajoy paralizó totalmente, por Decreto-ley, el desarrollo de las #energíasrenovables. Hasta hoy. Pero quedó sin tapar una rendija, por la que, a pequeña escala, poder escapar de la decretada moratoria.
Inmediatamente el oligopolio se puso a trabajar, con una feroz campaña contra el #autoconsumo de electricidad. Tras un conjunto de falsedades y medias verdades, se ocultaba un objetivo claro. Evitar la pérdida del ‘derecho’ a conservar ‘su mercado’. La generación de electricidad es hoy en España un reducto que, de hecho, escapa a la libre competencia. Y sus beneficiarios intentan que siga siendo así. Lógico.
Las estimaciones más optimistas sobre el desarrollo del #autoconsumoeléctrico en España indican que el sistema eléctrico dejaría de ingresar, como máximo, unos 12 millones de euros al año. Un sistema que factura anualmente más de 18.000 millones. Pero para el lobby es una cuestión de principios. El mercado de la generación de electricidad es suyo. Y debe seguir siéndolo. Sin fisuras.
En el verano de 2013, el Gobierno hizo suyos milimétricamente los argumentos de las #eléctricas contra el #autoconsumo y los trasladó a un borrador de Real Decreto anti autoconsumo. En ese borrador vio la luz el gran invento, la innovadora aportación española al acervo legislativo #energético, el impuesto al sol.
Imaginemos la situación. La empresa tiene en la cubierta de su nave unos paneles #fotovoltaicos que, durante algunas horas del día, producen electricidad. Tiene también un contrato con una comercializadora de electricidad, por el que paga aunque no consuma. Son las once de la mañana de un día de julio. La empresa está funcionando exclusivamente con la #electricidad que producen sus paneles. No vierte #electricidad a la red. En esa mañana tampoco consume #electricidad de la red. Pues el impuesto al sol significa que tiene que pagar por la energía que ha producido y consumido, sin utilizar la red. Y de paso, se le amenaza con multas millonarias si no declara que tiene esos paneles.
La jugada de lanzar un borrador disuasorio es hábil. Se trata de asustar a los posibles interesados en invertir en instalaciones de #autoconsumo. Amagar y no dar. Así nos tuvieron más de dos años. Hasta que un mes antes de las elecciones de diciembre de 2015, ante el riesgo de no seguir en el Gobierno, el Partido Popular consumó la materialización del impuesto al sol. Ha pasado un año y en España no se invierte en #instalacionesdeautoconsumo. Hay miedo.
Antes y después de su aprobación suscitó un casi unánime rechazo. Absolutamente todos los partidos políticos, excepto el Partido Popular, y todas las organizaciones sociales, acordaron derogar el impuesto al sol. PSOE, Podemos, Ciudadanos, PNV, IU. Todos. La última incorporación ha sido la de la Comisión Europea. En su llamado paquete legislativo de invierno, dado a conocer recientemente, tumba el impuesto al sol y exige seguridad jurídica para los inversores.
Frente a esta amplísima mayoría, el Gobierno del Partido Popular y el lobby eléctrico español resisten y no rectifican. Mientras se debate, se aprueba y se traspone la nueva normativa europea, pueden pasar años. Su objetivo ahora es moverse por los despachos de Bruselas y retrasar el #autoconsumo todo lo que sea posible. Aquí, en el Congreso de los Diputados, usan todas las argucias jurídicas para evitar que triunfe la voluntad de la inmensa mayoría. Mientras, hablan de voluntad de diálogo y de acuerdo.
En Extremadura, las posibilidades del #autoconsumodeelectricidad con #energíafotovoltaica son enormes. Tenemos una alta radiación solar. Podemos conseguir ahorro en la factura eléctrica, generación de empleo con pequeñas empresas instaladoras repartidas por el territorio y evitar emisiones de CO2. Las #energíasrenovables forman parte de nuestra estrategia de especialización y de nuestro modelo de economía verde.
Por este motivo, aunque la característica básica del #autoconsumo es ser rentable por sí mismo y no necesitar apoyos públicos económicos, en la Junta de Extremadura hemos decidido aprobar una línea específica de ayudas a la inversión en instalaciones #fotovoltaicas de #autoconsumo. Buscamos con este apoyo contrarrestar los obstáculos promovidos por el Partido Popular y el lobby eléctrico. Si el impuesto al sol disminuye la rentabilidad de la inversión, con la ayuda lo compensamos.
Invertir en #autoconsumo es rentable. No nos dejemos asustar. Las ayudas serán innecesarias en poco tiempo. El impuesto al sol desaparecerá. El nuevo modelo energético basado en las #energíasrenovables es imparable.
http://www.hoy.es/nacional/201612/11/autoconsumo-electrico-impuesto-20161211002753-v.html