Resulta francamente decepcionante cuando decides dar el salto tecnológico que implica pasarse de halógenos o incandescentes a LED, y que pasados pocos meses, pocas semanas, e inclusive, pocas horas, alguna o algunas de las bombillas de nuestra instalación dejen de funcionar.
¿Qué ocurre luego?. Pues que el cliente se queja, y trasmite su inconformidad y su escepticismo sobre la tecnología LED a la sociedad, porque ha comprado una bombilla con la promesa de que le iba a funcionar durante decenas de miles de horas y le iba a ahorrar mucho dinero, y ahora, esa bombilla no funciona. Un timo, pensarán muchos.
¿Por qué se funde una bombilla LED?
Hay muchas razones para ello, pero antes, vamos a introducirnos en un concepto que a pocos les resultará familiar: el Retrofit.
En el contexto de la iluminación, Retrofit es una adaptación de una tecnología nueva a los estándares de otra más antigua. Por ejemplo, un tubo LED es una lámpara retrofit, porque implementa los casquillos T8 del antiguo tubo fluorescente para que podamos instalarlo en las luminarias ya existentes. Instalar un tubo LED en una luminaria fluorescente implica una pequeña modificación que debe hacer una persona con conocimientos básicos de electricidad, pero otros estándares como la rosca de toda la vida (E27) o una dicroica de 230V (GU10) no requieren modificación alguna. Quita una, pon la otra.
El retrofit es necesario, sobretodo en estas primeras etapas de implantación de la tecnología LED, ya que hace que sea algo asequible a todo el mundo, gracias a que la gente puede usar sus luminarias con la nueva tecnología, pero créannos señoras y señores, que esa no es la mejor opción.
Una bombilla de LED puede fallar de forma prematura por muchos motivos; enumeramos los más comunes:
- Mal diseño de la electrónica. En su afán comercial, muchos distribuidores hacen negocios con fábricas que no cumplen los más mínimos estándares de calidad, así que la pequeña electrónica que incorpora la bombilla falla debido a su mala calidad (mal calculado, baja calidad de componentes, etc.)
- Mal cálculo del disipador. Si, el LED genera calor, pero no en la cantidad ni por los motivos que piensa mucha gente. Hay que proveer a la bombilla de una superficie disipadora adecuada en función de sus valores eléctricos. En este artículo se explica de una manera muy llana porqué el LED genera calor y como se soluciona.
- Mala instalación. Poner tubos de LED con el cebador de una luminaria para fluorescentes es una garantía de destrucción. También es común poner una bombilla que lleve algún casquillo de muy baja tensión (GU5.3 o G53) a tensión de red, o poner una PL LED en un Downlight sin quitar el equipo de arranque.
- La bombilla se instala en un sitio inadecuado. Este es el caso que más nos interesa. La bombilla puede ser de buena calidad, pero aunque pueda tener el mejor LED del mercado, y un driver muy depurado, si instalamos nuestra bombilla de LED en un sitio en el que no pueda librarse del calor, su vida útil disminuirá exponencialmente. Es muy común la rotura de bombillas LED tipo PL en luminarias empotrables cerradas. Si instalamos dos lámparas LED en un espacio pequeño, confinado, y con un reflector de aluminio, es muy probable que duren muy pocos meses. Lo mismo le puede ocurrir a una bombilla que esté en una luminaria estanca o a una bombilla para foco tipo dicroica si el foco es cerrado.
- http://www.iluminaciondeled.com/por-que-se-ha-roto-mi-bombilla-de-led/